Paga menos y compra la mejor cámara réflex

Última actualización: 24.04.24

 

Muchas de las grandes marcas de cámaras fotográficas incorporan al mercado distintos modelos, con los que de algún modo, convencen al usuario haciendo que paguen una mayor cantidad de dinero por un dispositivo que no tiene grandes mejoras. Por eso, siempre debes tener ciertas consideraciones para comprar la mejor cámara de fotos a un precio asequible.

 

Si quieres comprar la mejor cámara de fotos, debes estar atento a las especificaciones que el modelo en cuestión ofrece. En ocasiones, aunque parezca inaudito, las marcas pueden llegar a timar al usuario de una forma completamente legal, por lo que no hay más remedio que aceptarlo. Sin embargo, para evitarlo y no dejarse engañar a la hora de comprar una cámara réflex, lo adecuado es ir un paso adelante y aprender a sacar provecho del tema.

¿Cómo? a través de un mecanismo sencillo de análisis y comparación, lo que llevará a hacer una compra eficiente de cámaras réflex con prestaciones y funciones de alta gama, pero con un coste mucho menor en el mercado respecto a la primera opción.

 

La estrategia de venta

Una de las estrategias de las casas fabricantes de cámaras de fotos es envolver a los usuarios con publicidad, convenciéndoles para creer que si no adquieren su más reciente lanzamiento, entonces quedarán desactualizados, con una versión, diseño y modelo anticuado.

Cada vez que un nuevo producto entra en venta, se rebajan las prestaciones de cualquier otro diseño que esté ya en el mercado. No obstante, esto no es del todo cierto, sino más bien una creencia que se encargan de introducir en la mente del comprador para incitarlo a adquirir la nueva opción que se ofrece.

Las empresas tienen años en el gran océano que representa el marketing, siendo tiburones con estrategias y planes astutos para llegar a las masas y vender un mayor número de equipos para adquirir más ingresos por ventas, obtener renombre y conseguir posicionarse entre las preferencias de la comunidad de usuarios. Esta mecánica es aplicada por casi cualquier compañía, sin importar al área que se dedique. 

En el caso de las cámaras de fotos, una misma marca puede presentar un catálogo con varias alternativas. Así, la mayoría de personas compra la sugerencia del fabricante y al cabo de unos meses, llega al mercado un nuevo diseño de la misma firma, repotenciado, con mayor resolución, prestaciones y con un precio mucho mayor. En este punto, son muchas las personas que quedan desencantadas con el equipo que tenían y buscan con desespero hacerse con unas de las mejores cámaras de fotos del 2024, por ejemplo.

No se trata de un verdadero timo. De hecho, las grandes empresas invierten cientos de millones de dólares al año en marketing, publicidad y desarrollo de innovaciones para incorporar en sus dispositivos, con la finalidad de vender un mayor volumen y satisfacer las necesidades de la comunidad de usuarios. 

Para ellos como empresa, mientras más se venda, mejor será el posicionamiento y si son más caras, mejores números tendrán, dando un saldo positivo. Por ello, que las personas renueven de forma periódica sus equipos cada uno o dos años, reemplazándolos por un mismo modelo de la marca, representa una entrada constante y segura de dinero.

 

 

La estrategia de compra 

Es sencillo, no se debe morder el anzuelo, ni caer en el juego de la “desactualización” o el modelo “anticuado”, siendo la mejor forma de evitarlo no comprar el último lanzamiento del fabricante. Para ir más allá y ser astuto, lo conveniente es analizar, contrastar y aprovechar los descuentos del modelo anterior al gran lanzamiento, es decir, el penúltimo diseño de la marca. 

Por lo general, el penúltimo modelo pasa a convertirse en la mejor cámara de fotos de relación calidad precio, porque incluye casi todo los avances, prestaciones y características que la última que fue lanzada. Considerando esta alternativa, son muchos los expertos que sugieren que si se desea cambiar de equipo, se realice cada dos o tres generaciones, para realmente conseguir cambios sustanciales en las propiedades y calidad de resolución, objetivos y captura. 

Esto brinda la posibilidad a las personas de hacerse con una cámara réflex de alta gama y relativamente del “año”, por un precio mucho menor. ¿Cómo funciona? Es simple, las empresas introducen un modelo al mercado, que es sustituido al poco tiempo por otra versión, casi igual, pero con algunas especificaciones nuevas, por lo que la anterior se continuará vendiendo, pero a un precio mucho menor. De modo que una cámara de fotos que para su lanzamiento costaba 1000 euros, puede bajar en tan solo unos meses a 450 euros, con la llegada del nuevo prototipo.

Sin embargo, hay casos en los que esta técnica de compra puede no resultar conveniente. Por ejemplo, no es recomendado adquirir modelos que ya estén obsoletos con 10 años en el mercado, porque no tendrán el potencial, ni la capacidad para tomar fotos con la calidad y tecnología del momento.

 

 

Más estrategias de análisis 

Además, hay quienes sugieren que no se deben comprar las últimas versiones porque aunque sean el gran lanzamiento, muchas veces estas unidades pueden presentar desperfectos, fallas de software o algunos elementos que no terminan de adecuarse a la cámara porque no fueron del todo probados, de modo que se terminarán ajustando y mejorando en las siguientes versiones. 

Por ello, es prudente esperar y conocer las críticas y aprobaciones de otras personas, sin tener que hacer el gasto y sufrir una decepción que tendrá repercusiones económicas. En su lugar, esperar un poco permitirá que los fabricantes solucionen en el modelo cualquier eventualidad y que se haga una compra más eficiente.

De modo que quien se sienta tentado a adquirir el último modelo, debe pensarlo bien y analizar los atributos que el diseño ofrece con respecto a los anteriores, para así descifrar si vale la pena adquirirlo. 

Es preciso que se recuerde que el mismo modelo seguramente se depreciará al cabo de unos meses. Algunas cámaras que cumplen con la condición de relación calidad precio son las Nikon D3400 con objetivo incluido, Sony A6000 y Nikon D7000.

 

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