¿Qué es una foto sobreexpuesta y subexpuesta?

Última actualización: 29.03.24

 

Al realizar fotos de forma profesional, es de gran importancia controlar la exposición para obtener una fotografía exitosa, ya que el entorno no siempre puede proporcionar la iluminación que nos gustaría. Por esta razón, debemos conocer los controles de la cámara para compensar los problemas de luz.

 

En lo que se refiere a la fotografía, la exposición es el término utilizado para señalar la cantidad de luz a la que está expuesto el sensor del dispositivo. En este sentido, cuanto más brillante sea el ambiente, mayor será el nivel de exposición en la imagen, lo que significa que las fotografías quedan más claras.

Al hablar de exposición, es importante tomar en cuenta otros dos conceptos, sobreexposición y subexposición. En el primer caso, una imagen sobreexpuesta es aquella en la que hemos capturado demasiada luz, lo que ocasiona que la foto tenga áreas muy brillantes o completamente blancas.

En cambio, una fotografía subexpuesta es aquella en la que hemos capturado un nivel muy bajo de luz, lo que podría ocasionar imágenes más oscuras de lo que quisiéramos. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, el objetivo es encontrar un punto medio entre ambos parámetros para conseguir una foto correctamente expuesta.

También, es posible realizar fotos sobreexpuestas o subexpuestas de forma voluntaria, dependiendo de la intención artística y conceptual del fotógrafo.

¿Cómo modificar la exposición?

La mayoría de las cámaras réflex y otros dispositivos para tomar fotografías cuentan con sensores que permiten medir el brillo de la imagen. En la actualidad, muchos de estos aparatos ofrecen modos automáticos para analizar la luz en el centro de la foto, la imagen completa o una zona específica. Sin embargo, si deseas realizar una foto más precisa y profesional, entonces debes conocer 3 parámetros básicos para ajustar la exposición: el ISO, la apertura del diafragma y la velocidad del obturador.

Al estudiar detenidamente estos tres elementos, podemos comprender que están interconectados para controlar por completo la exposición, por lo que no podemos utilizar solo uno, sino que la idea es tratar de equilibrar los tres. Esto es lo que muchos fotógrafos llaman el triángulo de la exposición, debido a que si modificamos uno de ellos es necesario adaptar los otros dos.

El ISO indica la sensibilidad del sensor frente a la luz, por lo que al aumentarlo la cámara va a capturar mayor cantidad de luz, pero esto podría bajar la calidad de la imagen.

En cuanto a la apertura del diafragma, es el orificio por el que pasa la luz y puede ser aumentado o reducido según las necesidades del fotógrafo. De este modo, es posible cambiar el nivel de exposición sin afectar la calidad de imagen. No obstante, los niveles de exposición que brinda el diafragma pueden ser algo limitados, por lo que podrían no adaptarse a algunos escenarios de iluminación.

Por otro lado, debemos aprender a modificar la velocidad del obturador, que puede brindarnos tiempos de exposición mayores para capturar más luz, pero al mismo tiempo podría generar imágenes movidas, lo que resulta contraproducente al fotografiar personas u objetos en movimiento.

 

¿Cuándo es bueno sobreexponer o subexponer una fotografía?

La realidad es que tanto la sobrexposición como la subexposición pueden ser herramientas muy útiles para tomar una fotografía. Estos términos suelen utilizarse de forma negativa para criticar una foto quemada o una imagen muy oscura. Sin embargo, al ajustar correctamente el triángulo de la exposición, puedes capturar fotografías interesantes, con unas zonas subexpuestas y otras sobreexpuestas.

En este sentido, podemos hacer una buena fotografía sobreexpuesta cuando queremos destacar las partes oscuras en una imagen, lo que puede resultar de gran ayuda, sobre todo al tomar fotografías en la noche. No obstante, es importante saber que las áreas claras se vuelven blancas si la imagen está sobreexpuesta, lo que significa que en estas zonas ya no hay información, sino solo luz. En este caso, no es posible recuperar formas ni colores en postproducción.

En una foto subexpuesta pasa todo lo contrario a la sobreexposición. Al subexponer, las áreas oscuras podrían volverse negras, por lo que la imagen presenta una falta de información en esta parte. Además, al intentar iluminar una imagen muy subexpuesta, es posible que generemos ruido, lo que resulta igual de grave.

Sin embargo, la técnica de subexposición puede ser muy útil en algunos casos, como cuando queremos preservar el cielo, ya que en la mayoría de los entornos este tiene mucha luz, por lo que puede verse demasiado blanco. Por lo tanto, es recomendable subexponer ligeramente la imagen para visualizar tanto el cielo como la escena correctamente.

También, la subexposición y la sobreexposición resultan útiles para crear un efecto llamado doble exposición. En este caso, es necesario capturar una foto subexpuesta y otra sobreexpuesta. Después, importamos las imágenes en un programa de edición, las colocamos una sobre otra y agregamos un filtro para fotos superpuestas, lo que genera una imagen totalmente nueva con un efecto bastante interesante. Este método ha sido usado en la fotografía analógica al exponer dos veces el mismo negativo, lo que le brindó el nombre de doble exposición.

Por otro lado, es importante mencionar que la opción más segura para hacer imágenes sobreexpuetas y subexpuestas que puedan ser trabajadas en edición es realizarlas en formato RAW, que brinda un rango dinámico mayor, por lo que le permite al dispositivo registrar una mayor cantidad de información tanto en las partes claras como oscuras.

En resumen, muchas veces queremos capturar una imagen con un nivel de iluminación determinado para crear una atmósfera específica. Sin embargo, disparar en modo automático no siempre va a brindar los resultados de iluminación que necesitamos y es aquí en donde debemos poner en práctica el conocimiento de la corrección de exposición. De esta manera, es posible utilizar la configuración manual de la cámara para iluminar una escena en función de nuestra creatividad.

 

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