Internet es un lugar cargado de información interesante, donde disfrutar de todo tipo de contenidos o encontrar cualquier producto con comodidad. Sin embargo, si navegas sin seguridad, es probable que acabes teniendo problemas.
Si le preguntamos a la gente si Internet es algo seguro, la amplia mayoría de quienes nos respondan nos dirán que no. Pero lo cierto es que Internet, por si mismo, no es algo seguro ni inseguro. Todo depende del uso que le demos y de las medidas de protección que tomemos al respecto. Pasa algo parecido que con un automóvil. Si conducimos de forma responsable, normalmente no tendremos ningún problema. Pero si lo hacemos a una velocidad inadecuada y con un vehículo en mal estado, tenemos muchas posibilidades de tener un accidente.
Dado que no hay un carnet para moverse por Internet, te ofrecemos nuestros consejos con los que hacer tu navegación más segura y evitar los riesgos de la red. Unas ideas que, junto con un poco de sentido común, te ayudarán a evitar posibles problemas en tus sesiones online.
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1. Mantente actualizado
Una de las principales fuentes de problemas en la red es un ordenador con un sistema operativo obsoleto o un navegador que no está al día. Un entorno sin parches de seguridad es terreno abonado para que los virus o los hackers hagan de las suyas. Por eso, es clave mantener tanto el sistema operativo como el navegador que usamos para movernos por la red siempre actualizados. Por fortuna, hoy día existen opciones para que estos programas estén al día de forma automatizada, sin que tengamos que buscar actualizaciones manualmente.
2. Protege tu equipo
Aunque un ordenador actualizado es una buena base para empezar, es necesario establecer una segunda capa de protección. Por eso, antes de movernos por la red, es importante preparar nuestro dispositivo para las amenazas que puede encontrarse. En Internet hay virus, troyanos, malware y todo tipo de software dañino para nuestro equipo, que pueden suponer un riesgo para nuestra seguridad.
Por fortuna, también dispones de antivirus, firewalls y otros programas análogos, con los que evitar este tipo de problemas. Su coste es reducido o incluso gratuito, como el kit Windows Defender de Microsoft. Una solución eficiente para quienes no caminen por terrenos especialmente peligrosos.
3. Protege tus cuentas
Cuando nos movemos por la red, es habitual que tengamos una cuenta de correo electrónico, otra de Facebook, una de Twitter y otras tantas en diferentes sitios web. Para que estas cuentas no estén en riesgo, es fundamental utilizar contraseñas seguras. Tales contraseñas deben ser personales, no incluir datos relativos a nuestra persona (nombre, apellidos, de dónde somos, etc) y mezclar siempre letras mayúsculas y minúsculas, números e incluso algún símbolo, si la web lo permite.
La buena noticia es que muchos navegadores se encargan de generar aleatoriamente contraseñas muy robustas sobre la marcha, en el momento en que te registras en alguna web. Y si tienes miedo de olvidarte de ellas y usas un ordenador privado, estos navegadores también te ofrecen la posibilidad de guardar esa contraseña, facilitando tu acceso posterior a tus cuentas con comodidad.
4. Utilizar una VPN
Aún tomando todas las medidas de seguridad que hemos comentado, es posible que un usuario malintencionado pueda interceptar las comunicaciones entre nuestro dispositivo e Internet. No es lo más habitual, pero puede pasar. Si quieres disponer de más protección, puedes recurrir a una VPN. Las siglas VPN corresponden a Virtual Private Network o red privada virtual. La idea tras este servicio es la de navegar conectado a una especie de red local (privada) de tipo virtual (sin conexión física).
Esto permite cifrar todo el tráfico de entrada y salida e impedir fugas de datos, lo que puede serte de utilidad si manejas información sensible. También impide el rastreo de tu navegación por parte de tu ISP e incluso te permite acceder a contenido no disponible en tu país, tal como pasa en Netflix o HBO. Si quieres probar uno de estos servicios, puedes echarle un vistazo a lo que te ofrece NordVPN en la web https://nordvpn.com/es/download/.
5. Cuidado con las redes y equipo públicos
Tener internet en cualquier parte es una buena idea, pero también es algo que tiene un riesgo considerable. De hecho, muchas redes públicas tienen unas medidas de seguridad tan deficientes que son un coladero para que atacantes malintencionados puedan acceder a tu equipo o a tu información. En caso de usar redes WiFi públicas, es altamente recomendable recurrir a soluciones como la VPN mencionada anteriormente o navegar solo en redes que nos den la máxima seguridad.
Algo parecido pasa con los equipos y ordenadores de uso público. Es fundamental que siempre cerremos la sesión de los sitios web que hemos utilizado y que no permitamos que se almacenen contraseñas, correos electrónicos y otros datos personales en estos equipos. No sabemos quién puede sentarse después en ese ordenador y qué puede hacer con nuestros datos.
6. Usa el sentido común
¡No! ese príncipe nigeriano que te está ofreciendo su fortuna solo quiere tu dinero. Y lo mismo pasa con esa web tan fantástica que vende el último iPhone a mitad de precio. En Internet, las cosas no siempre son lo que parecen. Por eso, es importante que emplees siempre el sentido común y no te fíes de todo lo que te cuenten. Aunque parezca mentira, muchos de los problemas de seguridad en Internet están vinculados a gente que cree más cosas de las que debería.
Esto sirve para todo; para detectar tiendas fraudulentas, pero también para no creerse en los perfiles falsos que abundan en las redes sociales. Lo mismo pasa con los correos electrónicos que muchas veces recibimos pidiendo nuestras contraseñas de Facebook o que nos dicen que tenemos que restablecer nuestra cuenta bancaria. Por eso, nunca debemos fiarnos de estos mensajes o estos perfiles, pues lo único que pretenden es acceder a nuestros datos y usarlos en nuestra contra.
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