El cigarrillo electrónico es la mejor ayuda para dejar de fumar

Última actualización: 28.03.24

 

La llegada del cigarrillo electrónico ha cambiado el mundo del tabaco, añadiendo un nuevo ámbito en el que estos productos nocivos se ven reemplazados por productos más suaves y agradables para el cuerpo. El reemplazo del tabaco y el cigarrillo convencional por estos productos está sirviendo de ayuda para muchos usuarios que desean dejar de fumar, convirtiéndose en un elemento que reduce los problemas derivados precisamente de la deshabituación del hábito. No obstante, algunos expertos también apuntan a que estos productos, pese a sus bondades, también tienen un lado oscuro, con efectos que no son todo lo buenos para la salud que debían ser. Veamos ambos aspectos en este artículo.

 

El cigarrillo electrónico, doble eficacia

Dentro de los estudios que diferentes universidades han dedicado al cigarrillo electrónico, muchos de ellos han servido para estimar la eficacia de este nuevo gadget en lo que al proceso de dejar de fumar se refiere. Un segmento en el que tiene que enfrentarse a una considerable competencia, entre las que encontramos los parches o chicles de nicotina, así como otros productos similares con los que ir reduciendo la dependencia de la misma durante el uso.

Uno de estos estudios, realizado por universidad Queen Mary de Londres, concluye que la eficacia de los cigarrillos electrónicos como elemento para eliminar el hábito del tabaco es de casi el doble de la que tienen el resto de métodos que hemos comentado. En concreto, el 18% de los fumadores que se pasaban al cigarrillo electrónico dejaban de fumar (tabaco convencional, se entiende) un año después de empezar el tratamiento. Un porcentaje que se reduce al 9,9 % en el caso de los que utiliza el resto de métodos.

Este estudio no es uno más, sino que es el primero que se realiza respecto de la ventaja que supone el uso de los mejores cigarrillos electrónicos frente a otros sistemas para dejar el tabaco. Un estudio que incluso sirvió para que el instituto nacional de excelencia en salud de Reino Unido llegase a aconsejar este tipo de dispositivos como ayudas adecuadas para dejar el tabaco. Una medida que dejo algo aturdidos a ciertos profesionales del sector, por motivos como los que veremos un poco más adelante.

 

 

Por qué funciona

Dentro de los aspectos que ayudan al cigarrillo electrónico a hacer más fácil dejar el tabaco se encuentra la similitud de este sistema con ese citado tabaco. De hecho, el cigarrillo electrónico tiene unas características casi idénticas al convencional en lo que al uso se refiere. Es decir, con un cigarrillo electrónico vamos a poder echar humo, vamos a poder tener algo en las manos y vamos a poder realizar, más o menos, el hábito de sacar el cigarro y fumar. Todos estos aspectos pueden parecer poco importantes pero son los que en nuestro cerebro se van fijando con el paso del tiempo, de modo que van de la mano con el hábito de fumar.

Otro de los aspectos que ayuda a este éxito es la posibilidad de cambiar sabores e incluso de reducir paulatinamente la cantidad de nicotina presente en el cigarro electrónico. La gama de sabores sirve de aliciente para disfrutar de nuevas sensaciones, con una oferta que va desde los sabores frutales convencionales hasta sabores más “exóticos”, como los de leche merengada, capuchino o incluso arroz con leche.

Respecto de los contenidos de nicotina, es posible elegir diferentes líquidos tanto en lo que se refiere a la concentración como en el tipo de tabaco que nos interese. Así que si estamos en proceso de eliminación del tabaco convencional vamos a poder hacerlo de forma progresiva, con concentraciones cada vez más reducidas de este componente. En la línea de las dosificaciones que tienen los chicles o los parches, con concentraciones variables durante el uso.

Como aspecto final, este nuevo proceso de fumado prescinde de casi todos los elementos tóxicos de los cigarros, más allá de la nicotina. Estos están relacionados con el proceso de elaboración de los cigarrillos, encontrando diferentes contaminantes tanto en el papel como en otros componentes diferentes de los cigarrillos convencionales. Así que con los líquidos podemos olvidarnos de estos problemas.

 

 

El lado no tan bueno             

Tal como pasa con prácticamente todo lo que tenemos a nuestro alcance, todo tiene su lado más oscuro. Y el cigarrillo electrónico no iba a ser una excepción. Entre estos aspectos se encuentra la relativamente escasa incidencia del efecto, dado que aunque se doblan los resultados frente a otros procesos para dejar de fumar tampoco estamos hablando de unas cifras considerables.

Otro aspecto importante tiene que ver con el propio procedimiento. Según las recomendaciones de la OMS y del Ministerio de Sanidad, el uso sustituyó del cigarrillo electrónico como reemplazo del convencional sigue siendo perjudicial. Para estos organismos, la única opción pasa por la eliminación definitiva de toda forma de tabaco, cigarrillos electrónicos y cualquier otro tipo de productos similares tanto tradicionales como actuales. De todos modos, sí es cierto que como solución intermedia puede ser una propuesta conveniente, al menos como mal menor. No obstante, la posición de la OMS se entiende ante la falta de evidencias respecto de la ausencia de efectos nocivos de estos productos para la salud.

Adicionalmente, fuera de la deshabituación del tabaco, estos cigarrillos tienen un problema adicional: ser puerta de entrada para nuevos adictos. Estos organismos estiman que estos productos facilitan aún más el acceso al tabaco y el hábito de fumar de lo que lo venían haciendo los productos tradicionales, cuya venta está actualmente muy restringida. Además, las sensaciones del vapeo, tanto por la generación de humo como por los sabores a los que se pueden acceder, lo hacen aún más atractivo para los más jóvenes.

Así pues, a la vista de todas las evidencias, queda claro que la eficacia de estos productos es elevada frente a los métodos convencionales, aunque lo cierto es que apostar por una solución radical y completa, como dejar el hábito del tabaco de raíz, va a seguir siendo lo más eficiente… aunque por desgracia es también el camino más difícil.

 

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